jueves, 31 de julio de 2008

La turbulenta refundaciòn de Bolivia

Puno, Perù, 30 de julio de 2008

El 10 de agosto, y por iniciativa del ejecutivo que preside Evo Morales, los prefectos de los nueve Departamentos del paìs y el propio presidente de la Repùblica se someteràn a un referèndum revocatorio del que dependerà la continuidad en sus cargos de todos ellos.

Esta consulta popular significa un nuevo apretòn en el pulso que sostienen el gobierno y la oposiciòn desde la victoria de Evo Morales en las elecciones de diciembre de 2005. Bolivia es hoy la mesa sobre la que dos concepciones de entender el paìs miden su mùsculo en un encarnizado intento por doblegar a su rival.

La perspectiva general indica que, pase lo que pase el 10 de agosto, Bolivia no va a encontrar la calma a menos que los actores polìticos alcancen una acuerdo que defina los lìmites del Estado y sus Departamentos -como la Comunidades Autònomas en España- y se ratifique en la nueva Constituciòn.

Esta nueva Constituciòn es el buque insignia de la reforma que Evo Morales ha emprendido desde que conquistò el poder. Su incontestable victoria en las elecciones con el 54% de los sufragios, su condiciòn de primer presidente indìgena de Bolivia y su polìtica socialista, en lìnea con otros movimientos de izquierda que estàn en boga en Sudamèrica, ha suscitado tantos afectos como temores.

Bolivia incuba desde hace casi tres años su refundaciòn y, ante el inminente nacimiento, sus actores polìticos y sociales persiguen el mejor asiento para asistir a èl. Las convulsiones polìticas han ensanchado las fisuras del paìs hasta desnudar la crisis boliviana en un conjunto de problemas polìticos, econòmicos y sociales. Si la economìa ha sido la mecha que ha hecho estallar la crisis, otros factores menos conmensurables y màs pasionales como la raza, la ideologìa o la geografìa han suministrado la pòlvora. En un estado multicultural como Bolivia, las diferencias significan hoy una amenaza.

Occidente contra Oriente, el Altiplano contra la selva, collas contra cambas, pobres contra ricos... La crisis tiene una amplitud tan extensa como el territoria boliviano aunque los polìticos se enzarcen en discutir sobre la autonomìa de los Departamentos. Beni, Pando, Santa Cruz y Tarija, los Departamentos orientales del paìs, los del calor selvàtico y ricos yacimientos petroleros han aprobado de manera consecutiva desde julio de 2006 su derecho a que en la nueva Constituciòn quede plasmado su estatuto autonòmico para poder administrar su riqueza desde sus capitales regionales sin que èsta pase por La Paz. El sì a la autonomìa en estos Departamentos, poblados en su mayorìa por cambas o descendientes de europeos y de indìgenas de tribus diferentes a los incas, ha alcanzado un respaldo del 80% de promedio.

Desde el gobierno se ha calificado de ilegal esta consulta, de significar un intento de secesiòn del paìs y se ha tildado de ¨egoìsta¨ la autonomìa ya que en la pràctica significa màs dinero para los Departamentos màs ricos y menos para los màs pobres.

Los autonomistas niegan cualquier ambiciòn de alcanzar la independencia y exhiben nùmeros ante las acusaciones de egoìsmo. Segùn sus càlculos, la autonomìa serìa beneficiosa para todos los Departamentos y evitarìa el despilfarro y la corrupciòn ya que, para ellos, el ejecutivo de Evo Morales representa la ineptitud y la chapucerìa, simbolizada en el pasado de Morales, ex lìder sondical de cocaleros que no concluyò sus estudios primarios.

Para los partidarios de Evo, las crìticas y las trabas puestas al gobierno por parte de la oposiciòn son la reacciòn de las clases adineradas ante la amenaza de perder sus històricos privilegios en favor de las clases populares y para ello, despliegan las mejoras en Educaciòn, en pensiones y en el reparto de la tierra efectuado por Morales.

El amplio respaldo a la autonomìa en Beni, Pando, Santa Cruz y Tarija se explica tambièn por los temores que un gobierno liderado por un colla suscita entre la poblaciòn camba y los indìgenas no descendientes de los incas. Evo ha utilizado la bandera de los indìgenas collas con tanta frecuencia como la de la Repùblica y este gesto simbòlico se ha interpretado en el Oriente como un intento de diferenciaciòn y de exclusiòn. Las acusaciones de racismo se entrecruzan entre los Andes y el Oriente mientras se moldea a fuerza de golpes la estructura de la nueva Bolivia.

El referèndum revocatorio del 10 de agosto ha sido tachado de ¨antidemocràtico¨ por la oposiciòn ya que en èl, Evo Morales parte con ventaja al necesitar sòlo el 46% de los votos para mantenerse en el Ejecutivo. En la Constituciòn se establece que para ser ratificados en sus puestos, el presidente y los prefetos precisan de un porcentaje de votos que, sumado al que obtuvieron en las pasadas elecciones, sumen el 100%. Evo logrò el 54% en las de 2005 mientras que el prefecto de Santa Cruz necesita un 51% de votos afirmativos al haber vencido en las regionales con un 49%.

Sin embargo, el revocatorio es sólo un problema de forma. El intrincado fondo de la crisis requiere un cambio radical para alcanzar una salida. Las semanas pròximas al referèndum seràn vitales para esclarecer el interès de los polìticos para estabilizar el paìs.

Pablo

martes, 22 de julio de 2008

Del altiplano a la selva

Santa Cruz, Bolivia, 22 de julio de 2008

Tras cinco días perdidos por la selva tropical volvemos a la civilización, de nuevo coches, tiendas e internet, pero esta civilización tiene poco aire boliviano, ni el clima, completamente veraniego a pesar de estar en invierno, me recuerda a todo aquello que dejamos atrás al adentrarnos en la selva. Estamos en Santa Cruz, la región boliviana más rica, la que aspira a conseguir su autonomía a toda costa, si tiene que ayudar a las regiones más desfavorecidas que se haga a través de un fondo solidario, el mismo nombre dice mucho de lo que le preocupan las demás regiones de su país.

Los últimos días han sido un poco frenéticos, hemos dejado atrás nuestra tradicional forma de viajar lenta, relajada y ahorradora para dejarnos llevar por el entusiasmo de un grupo de neozelandesas que querían ver medio Bolivia en 5 minutos y gracias a ellas hemos podido llegar mucho más lejos de lo que el tiempo nos hubiera permitido, porque para los que no estén informados esperamos la inminente llegada de nuestros padres que durante un mes abandonan su papel de comentaristas del blog, perdemos 3 de los más fieles seguidores pero ganamos tres backpackers.

Una de las cosas más divertidas y sorprendentes de este viaje es la facilidad para encontrarse repetidas veces con los viajeros que vamos conociendo por el camino. Normalmente ni siquiera hacemos los mismos recorridos pero, casualidades de la vida, siempre acabamos cruzándonos en algún lugar de la ruta. Tras tropezarnos con las chicas neozelandesas en 3 ciudades, en 2 países diferentes, Sucre (Bolivia) fue la definitiva, donde nos convencieron para que nos unieramos a ellas y fueramos a un festival de música electrónica cerca de La Paz. El festival resultó ser de música folklórica, al parecer no estaban muy informadas, pero nos sirvió para conocer a nuestro grupo favorito de Bolivia: Los Kjarkas, toda una revolución aqui en su país que nos sorprendieron gratamente, creo que no he bailado tanto ni con un concierto de Marea.

Para llegar a Coroico, sede del festival, tuvimos que hacer uno de los viajes más divertidos hasta el momento: descenso de la Carretera de la Muerte en bicicleta. 60 kilómetros de bajada a lo largo de una carretera considerada la más peligrosa del mundo, con barrancos de hasta 1000 metros de caída, por supuesto sin "quitamiedos", sino no sería la más peligrosa del mundo y perdería a los turistas idiotas que deciden ir alli a jugarse la vida; porque como todo es negocio por jugarte el pellejo bajando te cobran una entrada, según dicen hay que mantener la carretera!!! Aunque las bicicletas desaconsejaban correr cualquier riesgo y el terreno no era el más propicio, a uno se le dispara la adrenalina cuando se sube a una bicicleta y tuvimos que darle alguna que otra lección al guía que al igual que Guzmán siempre encontraba alguna excusa en su cadena o en sus marchas para justificar su retraso. Hay que ser justos y reconocer que Guzmán para ser un novatillo del ciclismo estuvo muy a la altura de las circunstancias.

Pasado el fin de semana de vacaciones bailando y bebiendo, que ya necesitabamos un descanso porque viajar es un trabajo duro, volvimos a la dura realidad de los autobuses y carreteras bolivianas, que son un espanto, para llegar hasta Rurrenabaque, un pueblo en medio de la selva boliviana. Durante muchos kilómetros vimos el precipicio demasiado cerca y en alguna ocasión alguna rueda se dio el lujo de asomarse al barranco y perder el contacto con la carretera.

Una vez en Rurrenabaque nos bañamos en antimosquitos y nos fuimos directos a la pampa y a la selva. Navegar a un metro o dos de los aligatores y los caimanes es una experiencia alucinante pero aún fuimos más alla y nos bañamos en ese mismo río, total con lo que nos había costado el antimosquitos nada podía atacarnos. La verdadera explicación era que también había delfines rosados y al parecer cuando los delfines están ahi nadando los caimanes no te atacan, por mucho que te miren con ojos golosones. Todos volvimos de una pieza así que debe ser verdad.

Pasamos unos días muy divertidos, como niños en un campamento de verano: con actividades, juegos, hogueras y jugando al volleyball y al fútbol. Como este año a la furia española no hay quien la pare nos atrevimos a retar a unos israelies que venían con muchas ganas pero se volvieron con el rabito entre las piernas. Para ser justos hay que decir que no estabamos solos en el campo, los dos chicos ingleses en la defensa, la neozelandesa en el centro del campo rematando de cabeza mejor que Dani y el delantero holandés, palomero pero que metió todos los goles, ayudaron, porque nosotros furia tenemos para regalar pero la calidad no nos entraba en el macuto.

También nos hartamos a ver animales, aunque no tantos como esperabamos, según el guía nuestras lociones antimosquitos y nuestro ruido los espantaban, será que el jaguar teniendo hambre se va a poner exquisito si me encuentra perfumado de tal manera. Como diría el Viajero Austral en su blog por lo menos vimos 35 especies de aves, 7 reptiles y 3 mamiferos, cifra arriba cifra abajo.

Abandonada la selva y 29 horas de autobús más tarde, al cual hubo que empujar en varias ocasiones entre todos los machitos porque rompió el embrague y el invento de arreglarlo con una bomba hinchar bicicletas no funcionó, llegamos a Santa Cruz. Tiempo para cambiar impresiones con una sociedad boliviana muy diferente a la conocida y analizar los últimas experiencias vividas plasmándolas en el blog.

Carlos

Pd: Habrá que seguir esperando a las fotos porque las conexiones no han mejorado mucho y mi cámara se ha estropeado, estamos trabajando en posibles soluciones.

jueves, 10 de julio de 2008

Fantasmas

Sucre, Bolivia, 9 de Julio de 2008

A lo largo del viaje hemos conocido gente muy diferente, con sus personalidades propias, únicas e irrepetibles. De todas ellas se puede aprender algo si se profundiza en el trato. De entre todo este colectivo, me gustarìa destacar un grupo que involuntariamente lleva a cabo una labor importantìsima: proporcionarnos la materia prima de nuestras bromas: los Fantasmas.

Identifico como fantasma a todo individuo que, creyendo que somos bobos, nos cuenta una historia que traspasa con creces los límites de la realidad. Ademàs, divido a los fantasmas en dos grupos: los que persiguen obtener un beneficio cualquiera a expensas de nosotros y los que mienten simplemente por amor al arte. Estos son mis favoritos.

Entre los primeros, es obligatorio comenzar con Don Manuel Antonio Lòpez, el viejecillo que nos desvirgò como pardillos el primer dìa en Buenos Aires. Como ya hemos hablado de èl, recordarè simplemente que fingiò haber sido atracado; nos dio pena y le dimos un dinero que nunca nos devolviò.

Unos dìas despuès, un tipo nos abordò cerca del puerto de Montevideo. Despuès de las preguntas de rigor sobre de què parte de España somos, se zambullò en una atropellada historia sobre su hermana que -debìa hacernos gracia esto-, se beneficiaba un tipo al que, curiosamente estaba esperando en ese momento y que, casualidades de la vida, le iba a traer unas entradas para asistir esa misma noche al partido entre Uruguay y Argentina, un encuentro que iba a dilucidar cuàl de las dos selecciones se clasificarìa para el Mundial de... 2010. Le preguntamos en què canal iban a retransmitir el partido pero, para nuestra sorpresa nos contestò que no se emitirìa por la televisiòn, que sòlo se podrìa ver en el estadio y que nos dejaba las entradas en 25 dòlares... Gracias, el siguiente.

En La Serena, Chile, conocimos a un viejete que nos recordò mucho a nuestro buen amigo Manuel Antonio. Nos detuvo mientras paseàbamos cerca de la playa y nos ofreciò un tour por la ciudad con su taxi durante tres horas. Nos aseguraba que verìamos "lugares inimaginables" y que hasta podrìamos detenernos donde quisièsemos para sacar fotos. La Serena no es Parìs y se visita en un rato a pie; lo mismo que Coquimbo, la ciudad que està al lado, y por unos panfletos turìsticos ya sabìamos què era lo màs importante para ver, pero le preguntamos por simple curiosidad el precio de su tour. Parecìa un viejecillo inocente y bonachòn pero resultò ser un astuto zorro. En lugar de responder directamente comenzò un monòlogo, destinado a que nos cayese simpàtico, sobre sus antigüos clientes españoles, que le tenìan un enorme cariño y que hasta le habìan enviado CDs de Zarzuela y le habìan invitado a comer cochinillo en Segovia. Algùn dìa irìa para allà, decìa el taxista, que acentuaba repetidamente lo contentos que quedaban sus clientes/amigos con su tour. Finalmente, tras varios minutos dando vueltas a sus amigos españoles, nos dijo el precio: diez mil pesos por persona, unos trece euros, cuando el tour organizado por una agencia de turismo al Valle del Elqui durante todo el dìa y con comida incluida era sòlo tres mil pesos màs caro. Gracias pero no nos interesa.

La salud es importantìsma, en eso todos estamos de acuerdo, y si atendemos a lo que decìa un curandero naturalista a una multitud en las calles de Oruro, en Bolivia las enfermedades son una epidemia. Con un tono de voz cuatro o cinco puntos por encima de la media boliviana y gesticulando como un poseso, este curandero prevenìa a sus espectadores de los peligros de otros "curanderos charlatanes" y de los mèdicos, "nunca curan, sólo saben aliviar el dolor", decìa, y se afirmaba como un curandero profesional y muy econòmico que habìa sanado a miles de pacientes con sòlo una radiografìa de su cuerpo. Alternaba las historias de estos enfermos desesperados que habìan acudido a èl como ùltima soluciòn con varios diplomas de no sè què que extraìa de un cuaderno y consejos tales como "la coca-cola mata, beba agua, fìjese en los turistas còmo beben agua", o "debe hidratarse bien, si su orina es amarilla debe beber màs agua", o "coma zanahorias, son buenas para la vista" etc. Al subirnos esa noche al autobùs camino de Uyuni, otro hombre se puso en pie en medio del pasillo, sacò un cuaderno que nos era familiar y contò la misma historia casi reproduciendo palabras del anterior curandero. Sospecho que con tantos curanderos naturalistas la esperanza de vida en Bolivia aumentarà en breve hasta los 130 años.

No todos estos fantasmas desean obtener beneficios econòmicos con sus historias, hay otros que simplemente persiguen beneficios sexuales. El recepcionista del hostal de San Pedro de Atacama, Alejandro, se encaprichò de mì ademàs de, creo que de dos o tres màs, y llevò a cabo durante varios dìas un proceso psicològico destinado a borrar de mì tabùes que decìa que tenìa contra la homosexualidad. Segùn èl, que dice que fue propietario de un prostìbulo, "el 50% de los hombres heterosexuales han tenido alguna vez experiencias homosexuales", luego, debìa razonar yo, "si tantos hombres experimentan con los de su mismo sexo, ¿por què no yo?". Ni que decir tiene que no colò.

Estos son bàsicamente los mejores ejemplos de fantasmas en busca de beneficios. Ahora pasarè a los verdaderos capos, los que llevan pura fantasìa en sus venas.

En el hostal Milhouse de Buenos Aires conocimos a un bailarìn de Tango, Nahuel, mientras èste esperaba a que su novia terminase una clase de baile con unos gringos. A primera vista parecìa un chico normal. Gran error, estàbamos ante lo que en un breve plazo serà el nuevo Carlos Gardel. Resulta que este Nahuel ha vivido en Parìs y en Barcelona y ahora ha vuelto a Buenos Aires y tiene unos amigos con los que ha decidido crear un grupo de mùsica. Un dìa, aburrido, se le ocurriò escribir algunas canciones y... son sencillamente geniales. Sus amigos estàn entusiasmadìsimos y no les serà difìcil empezar a participar en festivales de mùsica y hacerse famosos. Lo del famoseo en cualquier caso es algo muy relativo para Nahuel y pone el ejemplo del cantante Ricardo Arjona, que segùn èl, "escribe mierda pero tiene èxito". Su frase "estoy deseando ver a Ricardo Arjona para decirle lo puta mierda que son sus canciones" es tan famosa entre Carlos y yo que la utilizamos para todo. Es como el pan del lenguaje. Además, como cantar sòlo es muy poco para Nahuel, està escribiendo un libro sobre Tango, un baile que le permite acostarse con minas siempre que lo desea. "Voy a la discotecam tomo a la que quiero, unos bailes y a la cama", dice. Eres mi Dios Nahuel, el mundo deberìa estar eternamente agradecido porque hayas nacido.

El ùltimo de esta especie es un señor que conocimos en el hostal de La Serena. Desgraciadamente no le preguntè el nombre. La conversaciòn comenzò porque nos dijo que habìa vivido quince años en Madrid y que volverìa a España en septiembre por asuntos de negocios y para recuperar un reloj de diamantes que le habìa robado un relojero de Barcelona. El lo comprò en Plaza de Castilla a un àrabe por... 3.000 dòlares y lo llevò a reparar a Barcelona en 1995 pero el relojero engañò a su madre, que debìa recogerlo una vez reparado, y se lo quedò. Ahora ese reloj vale 100.000 dòlares y està dispuesto a recuperarlo por las buenas o por las malas, asì que si el relojero de Barcelona lee este blog que sepa que tiene que tener cuidadito.

Este señor tiene mucho mundo y, si bien reconoce que apenas sabe leer y que dejò el colegio en 4º, es màs listo que cualquiera de todos nosotros. Entre otros muchos trabajos, fue reparador de barcos en Transmediterrànea, una empresa del ex-presidente español Calvo Sotelo, y un buen dìa en 1973, cansado de cobrar sòlo 700 dòlares (!1973!), se comprò en una tienda de las Ramblas de Barcelona el tìtulo de Ingeniero de no sè què. Con ese tìtulo fue a ver a Calvo Sotelo y le dijo: "Si no me subes el sueldo a 1800 dòlares me voy a la competencia". Lògicamente, Calvo Sotelo se tragrò el anzuelo y aceptò.

Un tìo listo èste ¿no?. Sin embargo, no os pensèis que es sòlo una persona avispada. Es tambièn un personaje sumamente importante. De hecho, es ìntimo amigo del hombre màs rico de Chile y candidato a la presidencia: el conservador Piñera. Tambièn conociò al capo del narcotràfico colombiano Pablo Escobar en un hotel en Plaza de Castilla (siempre Plaza de Castilla) pero, debìa tener un mal dìa Don Pablo ya que ni siquiera le invitò a su rancho en Colombia. Yo escuchaba entusiasmado las acrobacias inverosìmiles de este señor que, envalentonado por mi atenciòn, cada vez exageraba màs y màs sus historias y me obligaba en un esfuerzo titànico a no descojonarme de la risa. Este hombre no tenìa estudios pero comprendìa perfectamente lo que sucedìa en el mundo y ademàs compartìa conmigo sus teorìas. ¿Sabèis porquè ha subido tanto el precio del petròleo en el mundo?. Pues porque Bin Laden ha hablado con su primo de Arabia Saudì y entre los dos han decidido dar un escarmiento a Bush. Subiendo el precio del petròleo todo el mundo odiarà a Bush y eso es lo que han hecho. ¿Quièn dijo que la Polìtica Internacional era complicada?.

Nuestro amigo era un cañòn que disparaba barbaridades y creo que era consciente de ello. Sin embargo, me parece que me querìa poner a prueba y cada historia era aún màs rocambolesca que la anterior. Sentìa que tiraba de la cuerda para ver dònde estaba mi lìmite; para saber en què momento me levantarìa de la silla, darìa un puñetazo sobre la mesa y gritarìa "basta, eso es mentira". Era demasiado divertido como para detenerle. Por ello, se atreviò con la ùltima: su amigo, el ex-presidente Ricardo Lagos le concediò hace tres años la licencia para explotar una mina de cobre que estaba a punto de vender por 9 millones de dòlares. !Toma ya!.

En ese momento, en aquel hostal, el màs cutre de La Serena, sentì muchas ganas de levantarme de mi silla, abrazarle con fuerza y decirle: "Gracias".

Pablo

miércoles, 2 de julio de 2008

Primeras impresiones

Potosí (Bolivia), 2 de julio de 2008

800 kms en 36 horas, escasos kilómetros de carretera asfaltada a lo largo del país, falta de agua caliente en la mayoría de los hogares y los hostales, inexistencia de calefacciones en lugares que superan los -5 grados cada noche durante el invierno, niños trabajando por todos lados y en cualquier cosa, lo peor probablemente: en la mina, etc.

Normalmente cruzar la frontera es un mero trámite, un proceso que parece hecho para fastidiar un poco al viajero que debe bajarse del autobús un mínimo de dos veces, coger todo su equipaje para que sea revisado, rebuscar entre todas sus cosas en busca de un papelito migratorio que pensaba que era inútil pero resulta ser la llave de entrada en el nuevo país. Pero todo esto tiene su recompensa: puedes estampar un nuevo sello en el pasaporte, vieja costumbre que se perdió en Europa con la creación de la UE pero que al turista aún le sigue haciendo mucha ilusión y espera con ansia la llegada a casa para poder fardar de la cantidad de sellos que ha conquistado.

Una vez pasada la frontera, salvando algunas diferencias, todo sigue siendo prácticamente igual que antes. De hecho mi experiencia en sudamérica me dice que en países tan grandes como los de aqui las mayores diferencias se encuentran dentro de cada país y no entre los distintos países. El sur de argentina se parece más al sur de Chile que a Salta o a Misiones, tanto en el clima como en la geografía o en el mismo caracter de la gente. Lo mismo ocurre con el norte de Chile que es más parecido al sur de Perú que al sur de su propio país. Eso si a un uruguayo no le confundas con un argentino, por muy similar que sea su acento o muchos mates que se tome en una tarde, o a un argentino no le confundas con un chileno porque la inmediata reacción será, en el mejor de los casos, una mala cara.

Pero en el caso de la frontera boliviana atravesarla supone un giro de 180 grados respecto a todo lo visto y sentido anteriormente a lo largo del viaje. Ni siquiera fue necesario llegar a la frontera para sentir que todo cambiaba, fue al subirnos al autobús en la estación rodoviaria de Iquique (Chile) cuando comprendimos que cambiábamos de país y que esta vez pasar la frontera no era un mero trámite.

La comodidad de TurBus, una de las empresas de autobuses de larga distancia chilenas, caracterizada por ser tan atentos con los viajeros que llegan a ser insoportables, es una mera utopía en las compañías bolivianas. Los autobuses bolivianos carecen de todo tipo de comodidades, sus asientos son pequeños e incómodos, la calefacción es inexistente, se venden más pasajes que asientos por lo que siempre hay gente que viaja de pie a pesar de la peligrosidad de los caminos y la conducción temeraria de los conductores, las ventanas rara vez cierran y en el ambiente del autobús suele haber más polvo que oxígeno.

Otra cosa en común en todos los autobuses es su olor peculiar, un olor putrefacto, pasado a hoja de coca, llamas, comida, transpiración, humedad, cuerpos sin bañar, un olor realemente muy malo, sin olvidar el olor a ambientador 3x2 utilizado por el azafato en un intento por camuflar toda esa mezcla de malos olores, pero más que camuflar anima un poquito más el ambiente.

También descubrimos al subir al bus que la planificación no existe en Bolivia, las cosas se hacen porque si y no se le da más vueltas. El más claro ejemplo lo encontramos en los horarios de autobuses que parecen puestos por un niño o alguien con muy mala leche. El primer autobús que tomamos salió de Iquique a las 9 de la noche con el fin de llegar a la frontera a las 12 de la noche y esperar durante 8 horas hasta que abrieran de nuevo la frontera. Una vez llegó se aparcó, abrieron las puertas y sin dar ningún tipo de explicación conductor y copiloto desaparecieron, dejándonos alli durante 8 horas pasando un frío considerable, estabamos en medio del desierto.

Otros que desaparecieron fueron los abuelitos bolivianos que se sentaban a nuestro lado. Al abrir un ojo con los primeros rayos de sol descubrimos que ya no estaban sepultados bajo la pila de mantas que llevaban con ellos y que allí habían abandonado. Cruzamos las dos fronteras y nadie se preocupó por tan extraña desaparición, pero al llegar de nuevo a nuestro asiento, trás pasar la segunda y útima frontera, allí estaban los dos sentados de nuevo, con la misma cara de antes, allí no había pasado nada. Les preguntamos llenos de curiosidad que como habían podido llegar hasta ahi y porqué se habían bajado pero lo único que obtuvimos fue una respuesta típicamente boliviana, concisa y vacía de información: "en coche". Fue imposible saber más ¿por qué se habían bajado? ¿habían pasado el control aduanero? ¿eran ilegales?, sólo ellos lo saben porque excepto a nosotros a nadie pareció importarle.

Otro ejemplo de buena planificación era el horario del segundo autobús que tomamos. El único que salía para Uyuni desde Oruro era a las 9 de la noche, lo que nos obligó a pasar el día en Oruro pensando que por lo menos ahorraríamos la noche de hostel ya que viajaríamos de noche. Pues no, el autobús no llegaba a Uyuni por la mañana como cabría esperar, llegaba a las 4 de la madrugada, el horario ideal para empezar a conocer la ciudad o encontrar cualquier hostal abierto. Amablemente nos prometieron que nos dejarían "descansar" en el bus hasta que se hiciera de día, como si aún nos quedaran ganas de más viaje.

Pero el cambio que más nos ha impresionado, en cierto modo defraudado, es el caracter de la gente de aqui, es radicalmente diferente. Nos hemos encontrado con una población extremadamente reservada y con la que es prácticamente imposible mantener una conversación, en cuanto les haces más de dos preguntas seguidas se agobian y dejan de contestarte, o te ignoran en algunos casos. Tratando de comprar una tarjeta boliviana llegamos a una tienda en Potosí y para asegurarme de que no me vendían cualquier cosa me dispuse a hacer todas las preguntas de rigor: cobertura de la tarjeta, diferencias entre las de 32 k y las de 128 k, tarifas de las compañías, etc. A la segunda pregunta el hombre se empezó a agobiar de tal manera que empezó a tartamudear y a perder el aire, entre risas y con miedo de que al hombre le fuera a pasar algo le pedimos disculpas y salimos corriendo de la tienda. Lamento no haber grabado ese momento porque se que todos pensareis que estoy exagerando un 100% pero ni a Guzmán ni a mi se nos olvidará nunca ese momento.

Desconozco cuales serán los motivos de este caracter tan diferente y difícil, pero según voy pasando aqui más días se me ocurre que el clima puede tener mucho que ver para que sean tan reservados, aqui hace mucho frío y el clima no anima a tener un caracter tan despreocupado como el de los cubanos o los brasileños, el duro pasado ( del que los españoles tenemos mucha culpa) y presente al que están sometidos también debe influir en ellos, pero por encima de todo esto creo que el bajo nivel de educación es el gran culpable de su escasa sociabilidad. Desgraciadamente se ven niños, muy sucios, trabajando o vendiendo cosas por todas partes, sin conocer los datos estoy convencido de que la gran mayoría sólo han pasado por el colegio para vender algún periodico, caramelos, jugo de frutas, o limpiarle los zapatos a algún maestro.

Sin embargo, al igual que el resto de países de sudamérica, que he visitado hasta el momento, Bolivia goza de unas maravillas naturales difíciles de describir con palabras. En una de las calles de Potosí, ciudad conocida por su inmenso cerro repleto de minerales valiosísimos, principalmente la plata, encontramos una pancarta que anima a la gente a votar para que el Salar de Uyuni sea considerado una de las 7 maravillas del mundo. No se si lo lograrán pero motivos no le faltan. Aún me impresiona cerrar los ojos y recordarme sentado en medio de 12.330 hectareas de sal, de un color tan blanco que ni las gafas, horribles, que compré en una óptica de Perú impidieron que el reflejo del sol me irritara los ojos durante varios días. O recordar la Isla del Pescado, conocida asi por su forma y no por su riqueza animal ya que se trata de un islote en medio del salar, atestada de cactus gigantes que daban juego para alguna que otra foto graciosa.

Otra de las maravillas es el Cerro Rico de Potosí que hoy mismo acabo de visitar. Tras el saqueo de los españoles en el siglo XVI y explotación del cerro en los siglos posteriores aún hoy quedan minerales para aburrir. He visitado una de las minas que se explotan en el Cerro. Deben pasar varios días para procesar lo visto y sentido, sensaciones desagradables porque si bien la minería es una de las profesiones más duras aún es más dura cuando es desempeñada por gente demasiado joven para estar allí. Es uno de esos momentos en los que por dentro te sientes demasiado privilegiado, injustamente privilegiado.

Carlos

Pd: otra cosa que caracteriza a la Bolivia que de momento he conocido es la gran lentitud a la que funciona internet. Debido a esto no podré actualizar los álbumes de fotos durante una temporada, pero en cuanto pueda subire todos los álbumes que debería.