martes, 18 de noviembre de 2008

Al son de un Tango

Buenos Aires, 18 de noviembre de 2008

Huyendo de los calurosos Buenos Aires, testigo de nuestra llegada como potenciales mochileros hace ya 8 meses, con la música de tango aún resonando en mi cabeza y las imagenes de un gran expectáculo de tango que perduraran por un tiempo en mi retina, al son del famoso "Volver" de Gardel empaqueto todos mis avalorios en este pequeño gran armario que siempre me da la espalda pero que me ha acompañado hasta el final.

Ahora llega el momento de volver la vista atrás y empezar la otra parte del viaje, la del recuerdo, las anécdotas, la de contar lo que has vivido. Quizás esta sea una de las partes más bonitas del viaje porque todo se recuerda con una añoranza especial que hasta lo malo lo transforma en algo único, porque al fin y al cabo forma parte del entramado de experiencias que conforman este gran viaje.

Las últimas semanas del viaje han sido muy bonitas y emotivas. El viaje en barco por el Amazonas hasta la ciudad de Iquitos, el paseo por Guayaquil o la fiesta de Montañita, todos estos lugares estaban marcados por la inminente despedida y es por ello que quizás guardo un recuerdo especial de todos estos lugares. La cara de tontos que teníamos Pablo y yo en el aeropuerto cuando nos decíamos adios, mientras poníamos punto y final a nuestro primer gran sueño juntos, es una de las instantaneas que siempre guardaré en mi retina.

Separados e iniciada nuestra nueva andadura yo marché a Buenos Aires para poder ir a ver desde allí otra de las grandes maravillas sudamericanas: Las Cataratas del Iguazú. Ya empiezo a perder la cuenta de los paisajes espectaculares por los que he pasado en los últimos meses, y es que estos países son inmensamente ricos en recursos y bellezas naturales.

Las Cataratas no me decepcionaron ni lo más mínimo, al contrario, me fascinaron. Tuve suerte de llegar en uno de los momentos en los que más agua traía el río por lo que la vista era todavía más impresionante. Desde un mirador del lado brasileño pude ver como el río, de hasta 2 kilometros de distancia de orilla a orilla, se precipitaba sobre una caída de hasta 80 metros, provocando un ruido ensordecedor. Desde otros miradores pude prácticamente estar debajo de las cataratas y sentir, a tan sólo unos metros, la violencia del agua al golpear con el suelo.

Hábiendo puesto un tick en la última cosa de mi lista: "cosas que no puedo dejar sin ver", y después de sumergirme de nuevo durante 10 días en la frenética vida de esta ciudad que me encanta "Mi Buenos Aires querido" (asados, alfajores, tangos, fiesta y muchísisma vida), doy por concluido este paseo de un puñado de meses por una Sudamérica a la que sólo le quitaría la violencia, casi todo lo demás me fascina, y ya descuento las horas que faltan para que mañana, desde mi avioncito baratillo de Air Comet, sobrevuele el sucio río de la Plata y empiecen a sobrevolar por mi cabeza todas las instantaneas con las que resumiré este viaje.

Pablo, por su parte, ha seguido su andadura por el sur de Ecuador. Sus últimos destinos fueron Guayaquil, Vilcabamba y Cuenca, y ahora mismo, cambiando el rumbo hacia el norte, debe estar haciendo su entrada triunfal por las calles de la capital: Quito.

Carlos

Pd: para los que quieran, podeis disfrutar de las fotos de las Catartas en el álbum de fotos llamado: Cataratas de Iguazú.

6 comentarios:

puly dijo...

¡Carlos! me hace gracia dirigirme sólo a tí...
Tengo que decirte que esta parte del blog escrito por ti, es el que mas me ha gustado, seguramente cómo tú bien dices tiene un sabor diferente, tierno, de despedida...y hasta un poquito (para mi)de tristeza, tristeza sana.
Os pongo caras a la vez que recuerdas vuestra despedida y también...comparo vuestros primeros escritos del blog y ya tienen un sabor maduro y muy tierno. ¡Quién sabe! si alguna vez lo repetireís juntos con vuestros propios hijos, por que de seguro seran historias que pasaran a ellos...
Un beso muy muy fuerte y ¡Buen viaje de vuelta! Hasta pronto.

Anónimo dijo...

Charles, tu Buenos Aires querido ,los demás lugares visitados en este viaje y el resto del mundo te esperarán. Ahora te toca Madrid. Ha estado muy bien formar parte virtual de tu viaje. Te mando un último abrazo cibernético y espero darte pronto uno real. Buen viaje y nada de penas, que has vivido algo grande y eso es para celebrarlo.

Unknown dijo...

Sin duda los que andamos por la segunda adolescencia, los cercanos a los 60, somos conscientes que cuando llegues a nuestra edad este viaje lo recordarás y no solo eso lo relatareis a vuestros seres queridos especialmente a los nietos. Así somos los iaios.
No dispongo de tiempo pues ando con el final de evaluación y eso siempre pesa en los que nos dedicamos a la educación. Pero no quería dejar de escribir, pues no lo he hecho en todo este tiempo. Solo desearte un feliz regreso y a tu compañero de fatigas, mi sobrinito del alma, espero que siga viviendo el viaje intensamente. Aunque estoy convencido que le faltara ese bastón en el que apoyarse. UN AMIGO.
Un abrazo tu tío paco
(Negrita)

Unknown dijo...

qué difíciles son los puntos y aparte...qué bien que vuelvas

Enrique dijo...

Pues nada primi, aunque en tu Madrid de siempre y sin paisajes tan espectaculares como los que habéis visitado, tu viaje continúa... Hay que saber aprovechar lo que cada sitio nos puede aportar. Ahora te toca una nueva etapa que alguna vez tenía que llegar: La laboral :-) a ahorrar y este veranillo otro viajecito jejeje. Te veo pronto. Besis!! Y a ti Pablo, suerte y mucho ánimo con tu viaje. Disfruta!!

Anónimo dijo...

Se hace raro escribirte en el blog cuando ya te he visto, pero como siempre voy por detrás... Y ya estás de nuevo de viaje! Cómo te lo montas!
Bueno, que nos alegramos de tenerte de nuevo aquí y que espero que la rubia se cuide allí en Ecuador. En cuanto pueda le leo y le contesto, que él ya sabe que las cosas en mi palacio van aún más despacio.