viernes, 19 de diciembre de 2008

La ciudad donde vivirìa

Cartagena de Indias (Colombia), 19 de diciembre de 2008

Madrugada del 23 abril de 1741. Tresmilquinientos soldados britànicos se lanzan sobre el Castillo de San Felipe de Barajas, ùltimo bastiòn de defensa de la ciudad de Cartagena. Es el asalto final, el que decidirà la suerte de la plaza, que contiene el aliento y aguarda con ansia el desenlace a dos centerares de metros.

Desde el 13 de marzo, los britànicos han tomando paulatinamente los diferentes fuertes que defienden la entrada a la bahìa y sòlo resta el Castillo de San Felipe para conquistar la ciudad que sirve de almacèn de los tesoros del continente. Los ingleses han emplazado para ello una formidable armada compuesta por 180 navìos y 23.600 hombres. Una flota de una magnitud superior a la de la Armada Invencible de Felipe II y que està destinada a fracturar el dominio español de las colonias sudamericanas, que sòlo cuenta con 3.000 soldados y 600 indìgenas para defender el puerto de salida de las riquezas que engordan desde hace dos siglos la metròpoli.

A pesar de la diferencia numèrica, los ingleses se encuentran en un momento crìtico. El almirante Blas de Lezo, conocido como "el medio hombre" debido a las numerosas heridas sufridas en sus años de servicio militar que le han dejado cojo de la pierna izquierda, manco de la mano derecha y tuerto del ojo izquierdo, ha organizado una tenaz resistencia que, combinada con el mortìfero ataque de las enfermedades tropicales, ha mermado al ejèrcito britànico.

En la madrugada del 23 de abril se confirma en los muros del Castillo de San Felipe el descalabro de los hombres del almirante Vernon, que contempla con rabia la bahìa, convertida en un pavoroso cementerio en el que flotan los cadàveres de miles de britànicos, que a falta de tierra firme para sepultar sus cuerpos han sido arrojados al agua por sus compañeros.

En la mañana del 6 de mayo, las ùltimas velas de la flota de Vernon desaparecen del horizonte. Las medallas que conmemoraban por anticipado la toma de Cartagena atizan el orgullo herido del almirante, que por tercera vez fracasa en su empeño de conquistar Cartagena.

Las murallas de la ciudad, ennegrecidas por acoso del salitre y el peso de los años, insuflan un aire añejo que parece retrotraer al visitante a aquellos tiempos en donde se caminaba con casaca y calzòn en el interior de sus muros. Aùn parece escucharse el estruendo de los cañones en las baterìas costeras lanzando su carga de fuego y plomo sobre la superficie del Caribe y el ruido acompasado de las botas de los soldados entre las callejuelas de la ciudad vieja.

Cartagena es el Cuzco del Caribe. Una ciudad en la que merece la pena visitar cada calle, cada plaza, cada rincòn. Una belleza colorida, alegre, que huye del encerramiento de sus esbeltas murallas e invita a cualquiera a participar de su alegrìa.

Una improvisada competiciòn de baile al frente de una licorerìa exige a dos borrachines poner en pràctica sus mejores dotes en el vallenato para poder ganar el premio: una botella de ron. Mueven la cadera con soltura y "sabor" como dicen por aquì a pesar de su evidente estado de ebriedad. Al concluir la mùsica, el speaker pide que el pùblico elija al vencedor: el viejo mulato se lleva màs aplausos que el joven negrito y se lleva la botella con cara de recièn levantado de una larga siesta.

Enormes altavoces animan las plazas al caer la tarde, que se llenan de niños, adultos, ancianos y vendedores de arepas, salchichas, cocos, refrescos, helados y de todo lo que se pueda comer y beber. Las casas de Getsemanì, el tradicional barrio humilde de la vieja Cartagena, abren sus puertas cuando el calor asfixiante da un respiro y, bajo la suave brisa marina, sacan mesas y sillas para jugar a las cartas, al dominò, beber ron o conversar con los vecinos en las angostas calles desiertas de vehìculos.

Cartagena no duerme ni descansa un momento. A todas horas la gente puebla sus calles. Los vendedores ambulantes persiguen a los turistas hasta el desmayo para venderles toda clase de baratijas u ofrecerles tours, restaurantes, joyerìas o lo que parezca que puede seducir a los visitantes, que en temporada alta han abarrotado hoteles y hostales. La luz tibia de los faroles reverbera en las fachadas de las imponentes casonas coloniales y veraneras, campanas y lirios trepan por balcones, ventanales y paredes para ofrecer su perfumada contribuciòn a la policromìa, que de noche emite una imagen romàntica y poderosamente seductora de Cartagena, una ciudad que es una imponente fortaleza contra la conducta errante del backpacker. Un pedacito del Caribe y de elegancia colonial que reclama dìas y semanas de atenciòn pero que debemos abandonar mañana. El viaje ha entrado en una dinàmica de non-stop y nos espera Santa Marta y la Ciudad Perdida.

pd: En cuanto a las fotos, he hecho lo que he podido. Tengo dos àlbumes en facebook con fotos un poco aleatorias de los ùltimos dos meses. No son ni de gran calidad ni muy representativas, porque se han grabado las que le ha dado la gana al ordenador y aùn no tienen la explicaciòn de què es cada cosa, pero poco a poco... Para los que no conocèis facebook, es como un hotmail. Hace falta registrarse en facebook.com y a partir de ahì podèis ver la vida y las fotos de vuestros amigos, que os iràn saliendo en vuestro hotmail y que sòlo tenèis que ir aceptando como amigos. No sè si està muy claro... Bueno, he sabido hacerlo yo asì que no tendrèis problemas

Pablo

6 comentarios:

puly dijo...

Me siento una privilegiada, en poder ser la 1ªen los comentarios de este blog (aúnque me lo merezco) ,porque como ya te dije, estabas siendo un bago para escribir...!Ya esta bien!...
Como siempre, me encanta que escribas sobre la historia de cada país sudamericano que visitas, para mi es muy enriquecedor...Me imagino y me traslado a la historia de entoces a la vez que la lleno de colores a medida de cada renglón leido. Me ha gustado mucho...merece la pena la espera.
Ahora cuando cierre mi comentario trataré de entrar en el facebook y veré vuestras fotos..Un beso muy fuerte a los dos y cómo siempre !Cuidaros mucho! que see de sobra que lo haceís.

puly dijo...

PD. siento mucho (sobre todo por mi) por la grave falta de ortografia "Bago" en vez de VAGO

Unknown dijo...

espero que nos mades el nombre o el nik para solicitar entrar en tu pagina de Facebok
un abrazo tu tio
PACO (negrita)

Unknown dijo...

OCCIDENTE LOS SERES HUMANOS MÁS CIVILIZADOS DEL PLANETA

A leer tu artículo y reflexionar un poco sobre el mismo me sorprende que nos consideremos de los países mas civilizados del planeta. Primero Europa (y me refiero con ello a los países que dominaban en aquellos años el mundo, España, Inglaterra, Francia, Portugal ….) fuimos a “las indias” a civilizarlos y casi lo conseguimos exterminando a la mayoría de los indígenas y luego para demostrarles lo civilizados que éramos nos pegamos entre nosotros. Y ellos tratando de alejarse de esa civilización que no les gustaba un pimiento ocultándose en sus selvas y en sus montañas. Pero nosotros no contentos con ello hemos seguido buscándolos para que dejaran de comportarse como “animales” y llevarles la cultura, la fe y la civilización. ¡Dios! Si cada vez que hablas con gente sencilla de aquel continente te das cuenta que son ellos los que nos tienen que civilizar a nosotros.
Bueno no me extiendo más porque el tema me revuelve las tripas.
Un abrazo a los tres, a ti sobrino en compañía y ti Carlos que has regresado a “La civilización”. Cuidaros un montón y como me suele gustar terminar la frase siempre que comienzo con (cuidaros) os diré. “Pero sobre todo dejaros que os cuiden”.
Tu tío Paco (negrita)

Anónimo dijo...

Vuelvo a no estar de acuerdo con los extremos o "blancos-negros". En este caso con Negrita. En Occidente se tiene la costumbre de decir que todo lo de aquí es mejor, pero para no estar de acuerdo no tenemos que irnos directamente al otro extremo. Ni aquí todo es increíble ni lo es allí. No creo que sean ellos quienes nos tengan que civilizar. Cada cultura tiene qué exportar y qué importar.

Es cierto que se nos tiene como asesinos por cómo entramos allí, pero echando la vista atrás no veo ningún ejemplo de conquista que se ejerciera con libros. Al menos siglos atrás. Y no creo que debamos estar disculpándonos durante siglos por lo que se hizo en su día, al igual que nosotros no esperamos que lo hagan todos los pueblos que conquistaron España en el pasado y nos dejaron esa mezcla de culturas que siempre será nuestra marca.

Ahh, Pablo, no seas gañán. No-vais-a-conseguir-que-me-haga-de-Facebook. Aprende a colgar las fotos.

Un abrazo.

Unknown dijo...

Aunque llego tarde y seguramente te pille de camino a Venzuela decirte que me ha encantado tu relato y que te envidio por haber estado en aquella ciudad mágica a la que no pude llegar por esta demasiado al norte...en otro orden de cosas he estado cenando en tu casa, he conocido a tus hermanas y ha sido como si estuvieras aquí pero con el pelo un poco más largo (seguro que no sois mellizos???)
un abrazo