jueves, 18 de septiembre de 2008

Prensa rosa y voluntariado

Ica, Perù, 18 de septiembre de 2008

Tras un mes y medio de "descanso" llega la hora de volver a ponerse el macuto e iniciar de nuevo la marcha. Camino de la estación la animada conversación con el taxista nos va metiendo en situación, nos dirigimos al corazón del Perú, Ayacucho, cuna de guerrilleros. Allí se libró la última batalla de la independecia de sudamérica y también fue el escenario de una de las mayores desgracias del Perú: la guerra librada entre los militares y la banda terrorista de Sendero Luminoso, con el pueblo de por medio; una época de terror que ha dejado importantes secuelas y miles de desaparecidos.

Atrás dejo una ciudad impresionante, en la que he disfrutado mucho a pesar de haber vivido las peores experiencias del viaje. Cuzco es una ciudad muy animada y con muchísimo ambiente, pero sobre todo muy acogedora, la gente te hace sentir como un cuzqueño más. Uno de esos lugares donde apetece vivir.

Pero como digo no todo fueron buenos ratos. En mi estacia en Cuzco he tenido que ser hospitalizado dos veces, situación que ha creado bastante polémica y malos entendidos en el blog y por ello debe ser aclarada por fin. La causante de mis males, fuertes dolores de tripa esporádicos y mucha diarrea (nada que ver con mi brazo, eso fueron secuelas de la hospitalización, una vía que me inflamó la vena), fue una pequeña bacteria conocida como Écoli, que resultó ser muy escurridiza y hasta la segunda hospitalización no fue diagnosticada.

La enfermedad en sí no fue nada grave, ni la recuperación está siendo muy complicada, lo malo era la incertidumbre de estar enfermo y hospitalizado sin que fueran capaces de diagnosticar cuál era el problema, mientras los médicos agotaban todas sus ideas y realizaban todas las pruebas médicas que se les ocurrían. Pero después de dejarme los brazos como un colador, sacarme más sangre de la que tenía, analizarme las heces tantas veces que llegó a gustarme cagar en un botecito y de hacerme una ecografía (sin contar el número de médicos que pasaban a examinarme), consiguieron dar con el bichillo.

Ahora, con muchos kilos menos, sólo tengo que seguir una dieta durante algún tiempo, dieta rica en pollo y arroz porque es lo único que como, y en breve espero volver a comer como siempre, como si se acabara el mundo.

El segundo problemilla que también ha generado pasión entre la prensa rosa del blog fue el malentendido con Pablo, pero como sólo fue eso, un malentendido, todo ha quedado resuelto con una buena conversación, un abrazo de machotes y un besillo en los morros, bastante largo que muchos hubierais deseado estar para vivirlo. No era necesario contarlo en el blog porque se le daba más importancia de la que tenía, pero agradezco en el alma el gesto y para vuestra tranquilidad confirmaros que nuestra amistad sigue tan fuerte como siempre, sin fisuras.

Pero no creais que soy masoca, también he pasado buenos ratos en Cuzco. El voluntariado fue la mejor experiencia que tuve en este "descanso" y una de las mejores del viaje.

Mi trabajo como voluntario fue para la asociación Yanapai (http://www.aldeayanapay.org/), una asociación muy interesante tanto por sus ideas como por sus métodos de financiación. El gran entusiasmo y esfuerzo de su director no está basado en ideas utópicas y proyectos sostenidos por la caridad de las personas, al contrario, los principales ejes de su trabajo son la creación de proyectos sostenibles en el tiempo, que tengan sus consecuencias en el futuro evitando que sean un simple parche temporal a un gran problema, y la creación de un modelo de autofinanciación que sirva para financiar los proyectos al tiempo que influye en el modelo socioeconómico, creando negocios viables que respeten todos los derechos de los trabajadores (algo bastante normal en España pero no tan normal en Perú) y que financien con sus beneficios los proyectos sociales que la asociación lleva a cabo. El hostal y el restaurante Yanapay son los negocios que sustentan los proyectos.

Los proyectos que lleva a cabo actualmente son dos escuelas de apoyo para niños que provienen de una sociedad muy problemática. Estas escuelas refuerzan los conocimientos que adquieren los niños en sus colegios y, sobre todo, les da la oportunidad de conocer una sociedad diferente a la que ellos viven, en la que el amor, el cariño, la tolerancia, la solidaridad, etc, son los principales valores, valores normalmente inexistentes en la sociedad en la que ellos crecen.

El otro proyecto, en el que yo trabajaba, es una comisaría en la que se encuentran encerrados en un cuarto ínfimo niños de entre 0 y 18 años, cada uno por diferentes motivos: robo, abandono, problemas sexuales, drogas, etc, a la espera de que el juez decida sus destinos, pero esta sentencia normalmente se alarga varias semanas cuando debería ser dictada en pocos días. Nuestro objetivo principal era distraerles para que no se volvieran locos todo el día allí encerrados y pegándose entre ellos.

Durante los primeros días me sentí un poco inútil, iba allí a pasar la tarde y jugar con los niños, no era capaz de enseñarles nada porque la vida allí es un caos y los niños cambian cada día, ¿qué ayuda estaba ofreciendo?. Pero a medida que pasaron los días ver la cara de alegría de los niños cuando entrábamos, como se lanzaban a abrazarte y besarte (cuando al principio me llamaban gay por tratar de besarles, niños de 10 a 12 años), fue cuando comprendí cual era mi función como voluntario y cuales estaban siendo las consecuencias de mi ayuda. Esos niños están muy necesitados de amor y cariño, y eso era precisamente lo que yo les estaba dando, de una u otra forma me lo estaban agradeciendo. Ver la cara de felicidad que ponían ante pequeños detalles como eran jugar al monopoli con ellos o darles un panecillo porque estaban muertos de hambre, era algo impagable.

Lo único que lamento es que mi enfermedad me privó de pasar más tiempo con ellos, tuve que faltar varios días por estar en el hospital y no pude finalizar las 3 semanas que me había propuesto. Pero aunque fueron muy pocos días los que pasé con ellos, ha sido una experiencia que deja sus posos y te hace pensar mucho mucho.

Para finalizar quiero daros a todos las gracias por las muestras de cariño que me habéis dado cuando estaba en el hospital o cuando os enterásteis de que lo había estado, vía blog, mail, sms, etc. Aunque fuera una tontería de enfermedad cuando estás lejos de casa esos comentarios tienen un gran valor. Y sobre todo muchas gracias a Pablo por haberse pasado 5 días a los pies de mi cama hasta que me soltaron del hospital (aunque se los pasara en grande aprovechando la comida del hospital y la televisión por cable).

A partir de ahora cambiamos el chip y como decía al inicio volvemos a viajar como siempre, mochila a la espalda rumbo al norte.

Un bezillo,

Carlos

PD: en muy pocos días colgaré un álbum en la página de fotos llamado: "Cuzco".

7 comentarios:

Enrique dijo...

Me alegro de que a pesar de las vicisitudes, estés disfrutando y aprendiendo cosas nuevas; en definitiva, eso es lo mejor de los viajes. A ver si el bichillo ese desaparece y te deja vivir el 100% de las experiencias (aunque como tu bien dices y me has contado, eso de la tele por cable, la comidita ... es un lujo!!! ;-) ).

Por otra parte, no sabes tú la de vidilla que da la prensa rosa!! Fíjate la cantidad de gandules que viven gracias a ella en todo el mundo. No ibáis a ser vosotros menos!! Sois nuestros famosetes particulares ;-) Jajajaja.

Bueno primi, cuidaros mucho, seguid contándonos vuestras aventuras y pasadlo muy bien. Disfrutad!! Muchos besos!!

ester dijo...

realmente es angustioso estar enfermo, no saber qué te pasa y encima estar fuera de casa. Por puly supe más o menos lo que te había pasado, carlos y, me alegro que de nuevo emprendaís el camino juntos, más o menos repuesto. Como siempre esperando más noticias y fotos vuestras. En cuanto a la experiencia del voluntariado seguro que fue maravillosa, aunque corta, pero a veces no se puede elegir. No hay nada mejor que "conmunicarse", decir las cosas como son y hacer que mejoren. Experiencias que nos hacen madurar y entender mejor a los demás. Me alegra de veras. Un beso gordo para los dos de ester

puly dijo...

Cómo dice Dientes Largos:¡ Ahora comienza lo mejor del viaje! pienso que es por todas estas circunstancias ,que os hace madurar, reflexionar y ver las cosas ya de otra manera muy distinta a comó, se comenzarón.¡Eso es APRENDER, SABER Y VER LA VIDA ! Lo más cristalina posible (y me imagino lo que aún queda....)
Me alegro mucho que tú recuperación vaya en marcha y puedas pronto ver en tu plato un buen chuletón con papas fritas...
Un super besazo a los dos y como siempre..¡Cuidaros mucho!

Unknown dijo...

¡Como no! Me alegro un montón que por fin consiguieran dar con el problema. Espero y deseo que la recuperación sea rápida.
El pequeño relato del bloc hace pensa. Que distinto se ve desde la comodidad de la sociedad industrializada. Y cuantas situaciones injustas se viven por todas partes. Desde la rutina diaria con todas las necesidades básicas mas que cubiertas uno es incapaz de hacerse una idea real de lo que sucede por esos países en vía de desarrollo. Pero cuando observas a lo que se arriesgan por llegar por ejemplo a nuestras costas. ¿Como lo estarán pasando?
Bueno no quiero enrollarme solo desearos lo mejor y seguir con ese fondo es lo que hace que el mundo no explote. Gente generosa, gente alegre, gente con sentimientos, gentes con capacidad de perdón.
Cuidaros. Pero sobre todo dejaros que os cuiden.
Un abrazo tu tío
PACO (negrita)

Anónimo dijo...

Vaya. Al fin Diario Médico hace su trabajo. La Escherichia es un bicho de mierda (nunca mejor dicho) con el q hay q tener mucho cuidadito, Carlinhos. Me alegro de q ya estés mejor, y espero q tu maltrecho brazo ya se haya recuperado de tantos picotazos. Las vías (no las clínicas sino las sanguíneas) son el peor artilugio de la medicina. Son odiosas. En cuanto al pableras, me imagino su cara de sufrimiento a tus pies de la cama, viendo la cama y diciéndote "Joder Carlos, espera un poco, ya te daré agua, q está a punto de aparacer Carlos Jesús!", jajaja. Me alegro de q ´volváis a ser uña y poquita carne (no te preocupes, Carlos Cassano, ya volverás a tus épocas de esplendor, jajaja).
En cuanto a tu experiencia de accionariado, ten cuidado con los besitos a los niños, que los carga el diablo. Me alegro de q te haya gustado. Ya sabes, puedes reencontrarte repitiéndola en otro sitio.

Anónimo dijo...

Ese primo machote!

Si es q puedes con todo, my dear, cn el bicho, cn las venas inflamadas, cn q t llamen gay unos micos(a TI), jajajaja

Envidio mucho tu viaje personal, xo no envidio nada lo mal q lo has pasado (pobriño!),y NADA DE NADA lo dl arroz y el pollo,si m tng q tirar tanto tiempo a base de eso,m da un yuyu,tio,o sea t lo juro.

Xo reconozco q se m han saltado la lagrimillas al leer como estás disfrutando el voluntariado:hacer sentir bien a alguien q lo está pasando mal no se paga cn nada,m encanta q lo disfrutes,tio.

T seguimos missing,darling,cuídate mucho,mucho y sigue disfrutando.MUACKS!!!!

Anónimo dijo...

Me tienes que explicar como se caga en un bote... jajaj como tiene que estar el mundo por allí para que un niño de 10 años te llame gay al darle un beso...