jueves, 17 de abril de 2008

Buenos Aires

Debido a las confusiones creadas, he de decir que estamos en El Calafate, en la Patagonia, pero tenía ganas de esribir algo sobre Buenos Aires en plan recesión mental. Por lo demás, hemos visitado varios glaciares, entre ellos el famoso Perito Moreno y ahora estamos en plan tranqui porque me hice daño en el pie en una excursión y estamos descansando hasta que me recupere y poder así continuar con las excursiones. Carlos contará más acerca de todo esto. Ciau a todos!

El Calafate, Argentina, 17 de abril de 2008

Sólo el débil susurro de los libros de historia recuerda el pasado gregario de Buenos Aires. En 1536 Pedro de Mendoza fundó la actual capital de la Argentina con el propósito de servir de asentamiento para explorar el Río Paraná que, según los cálculos de los conquistadores, podía ofrecer una conexión entre el Océano Atlántico y las enormes riquezas del Perú. Una vía directa y segura para abastecer a la metrópoli de metales preciosos.

Hoy, Buenos Aires es el faro orgulloso que proyecta sus claroscuros sobre el vasto territorio argentino. El paraíso soñado de centenares de miles de europeos, en su mayoría españoles e italianos, que se embarcaron desde finales del S.XIX hasta mediados del S.XX para encontrar en esta ciudad la puerta al bienestar que representaba la Argentina. El símbolo de hormigón y vitalidad de un país con tendencia a la mitificación: Carlos Gardel, Evita Perón, Diego Armando Maradona son junto al Che Guevara los exponentes argentinos del siglo pasado. Tres personajes nacidos o adoptados por la capital que, como ellos, conjuga grandes dosis de talento con patente zafiedad, pero que recoge mejor que ningún otro lugar la esencia de Argentina.

Buenos Aires es como un sorbo de mate. Amargo al principio pero adictivo al final. Cada día, al caer la noche, centenares de cirujas (traperos) se desplazan al centro de la ciudad desde las villas o poblados de chabolas de los suburbios para recoger de entre la basura vidrios, plásticos o cartones que después venden a las plantas de reciclaje. La suciedad se desperdiga por las aceras y la contaminación del centro asfixia a los transeúntes, que se mueven apresurados por el cuadriculado mapa de la ciudad, formado por una sucesión casi infinita de calles paralelas y transversales.

Sin embargo, no sería justo medir su belleza por los desperdicios de sus calles ni por la mediana calidad arquitectónica de sus monumentos. Buenos Aires rezuma vida: enérgica, caótica, imprevisible... en cualquier rincón el paseante puede empaparse de la pasión contenida de un tango, saborear la mejor carne del mundo a precios irrisorios o tomar el pulso de la sociedad argentina en alguno de los numerosos piquetes que se forman ante la Casa Rosada o simplemente, intercambiar unas palabras con algún porteño, que a pesar de su fama de secos en el interior, con nosotros siempre se mostraron amables y dicharacheros.

Ambiente bohemio en Palermo, elegancia francesa en la Recoleta, humildad pintada de llamativos colores en la Boca, ruido de cláxones en la avenida 9 de Julio, la más ancha del mundo... Buenos Aires tiene mil caras; sólo hace falta tiempo para explorarlas y una mirada crítica que no se estanque en la superficie marrón y sucia del Río de la Plata sino que se adentre en la fuerte personalidad de esta megalópolis.

Pablo

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Coucou mochileros! Me alegra que lo esteis pasando bien, todo suena tan.. ¿envidiable? Sí, creo que eso es lo que os tengo, ¡ENVIDIA! Pues lo dicho, a disfrutar al máximo y ojito al cruzar avenidas tan grandes como la del 18 de julio, que luego pasa lo que pasa.(ja ja). Besotes y abrigaos.

Anónimo dijo...

He de decir, Pableras, que tu estilo sigue siendo más aburrido que el de Carlos, pese a que esta entrada estaba bonita.
He de imaginar que, tus palabras sobre Buenos Aires no serán una regresión mental sino física. Si no es así, aparte de tan bellas palabras podrías decir dónde estáis. Al menos. Aunque algún detallito más no vendría mal.

puly dijo...

Pablo, contraria a Pacheta ¡me fascina! (esa es la palabra)cómo escribes..cómo hay en tí mucha sensibilidad a lo que describes tánto a la gente, los lugares , hechos, etc...y sinceramente no hablo por lo que me toca.
El hecho de que cada uno, lo cuénte a su manera, esta muy bien, porque soís Carlos y Pablo.
Un besazo muy fuerte a los dos y buena estancia en Calafate.

Anónimo dijo...

De nuevo por aquí. Lo cierto es que estoy de acuerdo con la última frase de pacheta.
Ando un poco descologado de donde os encontráis. Por lo que leo en la capital, pero no he localizado ningún barrio o calle con el nombre de "El Calafate". Si he visto que es la capital de los glaciales, en la Patagonia, pero eso pilla muy lejos de lo que describes. Me figuro por otros comentarios que te referiras a algún hostal de esos perdidos. Bueno espero que nos déis más detalles de por donde andais.
Un abrazo
Tu tio paco (negrita)

Anónimo dijo...

Sabéis que me duele estar de acuerdo con Pacheta, aunque sólo sea en parte, pero por esta vez tengo que darle la razón ¿Dónde demonios estáis? ¿Buenos Aires, El Calafate, Usuhaia? Aunque pensandolo mejor, eso quizá sea lo menos importante ahora, no? Si, definitivamente que más da si la vuelta a Buenos Aires es física o mental, lo que realmente importa es que estáis en algún lugar disfrutando y viviendo una aventura que queríais vivir. Eso sí Pablito, de vez en cuando se menos literario y da más datos concretos, que para algo eres periodista, no?

Anónimo dijo...

Pues donde van a estar: ¡Por ahí!, ¿no han ido a perderse y experimentar?. Cuando leo las crónicas siempre los imagino frente a algún ordenador en el momento elegido para compartir... los demás momentos son de Sudamérica.
A mí me gustan vuestras reflexiones un poco fuera de lugar y tiempo.
Un abrazo fuerte de Isabel (tía de Pablo)

Anónimo dijo...

Has hecho una gran descripción de Buenos Aires Pablo, mi mente ha procesado a todo trapo tus palabras y se han formado en ella ambientes e imágenes que me atraen sin remedio hacia allí. No dudes en seguir diseccionando la realidad (y los sueños) de todos aquellos lugares que piseis. Salud!

Anónimo dijo...

Gran relato Pablete!! me gustaría visitar algún día Buenos Aires... tiene que ser un ciudad interesante... por cierto has cometido un pequeño error en la documentación.. la avenida 18 de Julio creo que está en Montevideo, la de Buenos Aires es la 9 de Julio, si es que no parais de un sitio a otro normal que te lies jajaja
Besillos para los 2!!

Anónimo dijo...

Tios: no quiero presionaros, pero en Espagna ha surgido una nueva enfermedad: las uñas largas y negras. El Ministerio de Sanidad anda loco. No sabe qué hacer. Los telediarios, todos los días, abren con la noticia. La respuesta, sin embargo, para los lectores de vuestro blog, es fácil. ¡LA FALTA DE VUESTRAS NOTICIAS¡ Hace días que no decis nada, ché. Ya se que el viaje no está en el ordendor, pero se echan de menos vuestras aventuras.
Por cierto, ya no se escribir con mi nombre de usuario. Vuestro cambio, para mi, es caotico.
Salut